Carta pública al Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales
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Santo Domingo, 3 de Septiembre de 2013
Señor:
Bautista Rojas Gómez
Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
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Señor funcionario:
Hace unos días estuve de visita con unos amigos, algunos extranjeros, en Laguna Limón, en el Distrito Municipal de El Cedro, Miches. Es un lugar que frecuento a menudo, porque es probablemente uno de los pocos reservorios de agua dulce que nos queda en el país, además que de ser una fuente de vida importante para decenas de pescadores que mantienen a sus familias de la pesca tradicional con redes y nasas. Por eso es tan importante que las autoridades muestren un poco más de interés por conservar este importante recurso acuífero.
El grupo lo integran quien suscribe, asiduo visitante de esa región durante los últimos 32 años; Pedrito Guzmán, el mejor fotógrafo vivo de nuestro país, su esposa Ilana Benady, su hijo Lucas Guzmán Benady; la empresaria mexicana Iliana Núñez, su esposo venezolano, Gabriel Prado y su pequeño hijo Max. El recorrido por la carretera en construcción fue interesante y ameno. Disfrutamos de paisajes naturales bellísimos y nos detuvimos en varios negocios para conversar con lugareños y comprar agua fría y refrigerios en colmados.
Esa obra vial la construye la empresa brasileña Norberto Odebrecht y está programada para terminarse a finales de 2014. La reconstrucción y mejoramiento de la carretera Bávaro-Uvero Alto-Miches-Sabana de la Mar tiene una extensión de 110.83 kilómetros de longitud. Es una obra vital para el desarrollo turístico sostenible de esa empobrecida región.
Odebrecht construirá, además, una terminal portuaria en Sabana de la Mar, donde operará un Ferry que facilitará el transporte de vehículos y turistas desde y hacia Samaná.
El camino de acceso a Laguna Limón, de apenas un kilómetro, es tortuoso, incómodo. Si llueve, es imposible superar los tramos donde los vehículos se atascan. Ese es de uno de los obstáculos que impide a muchos turistas que visitan la zona desplazarse a disfrutar de este hermoso espacio natural.
Todavía no logro explicarme por qué los ministerios de Medio Ambiente, Turismo u Obras Públicas no aúnan esfuerzos y un poco de recursos para reconstruir ese camino para que los turistas nacionales y extranjeros puedan disfrutar de la espectacular belleza de Laguna Limón. Lo mismo ocurre con el camino de acceso a Playa Limón, de 3,5 kilómetros, que conduce a un lugar hermoso, con una vista impresionante que se pierde entre el intenso mar azul, la arena y los cocoteros. Pero como otros caminos vecinales que permiten acceso al mar, ha está abandonado durante décadas, a merced del descuido y el deterioro.
¿Podemos hacer turismo sostenible con caminos en estas condiciones? Creo que no. Tengo la impresión de que falta voluntad política para resolver nimiedades de esta naturaleza.
Lamentablemente las autoridades no escuchan ni le prestan atención al cúmulo de quejas de las personas que frecuentan estos lugares para hacer turismo interno y disfrutar de las bellezas naturales de la región. Lo digo con mucha propiedad, en repetidos viajes a Miches escucho reiteradas críticas por las condiciones deplorables de los citados caminos.
Finalmente, para cerrar este capítulo de un hermoso recorrido de fin de semana, ocurrió lo inevitable. Llegamos a Laguna Limón. Era una tarde radiante, calurosa. Todos, excepto yo, quedaron boquiabiertos con el encantador volumen de agua que tenían ante sus ojos.
La nota discordante fue, por supuesto, cuando una de las damas observó a un grupo de hombres con el torso desnudo. Nerviosa, preguntó si no había problemas. Le expliqué que de ningún modo, que allí todos son personas amigables. Sin embargo, ella observó que si eran guarda parques o miembros de la Marina de Guerra, debían estar correctamente uniformados.
Al rato, pidió permiso para ir al baño. Uno de los hombres la condujo a un cuchitrilapestoso y nauseabundo. La señora, con cara de espanto, y el rostro contrariado, atinó a comentar: “¡Y esa letrina pestilente es un baño para turistas”! En un momento creí que haría una erupción de vómitos.
Todos callamos. Los comentarios surgieron al rato, cuando abordamos una pequeña embarcación y junto a un grupo de lugareños, hicimos un refrescante recorrido por Laguna Limón.
Atentamente,
Arismendy Calderón, Periodista
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CC: Ministerio de Turismo, Ministerio de Obras Públicas, Empresa brasileña Norberto Odebrecht, Conatura-Miches